Cerrar la brecha de género en salud impulsaría la economía mundial en 1billón de doláres al año para el 2040

El Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer invita a la reflexión, a reconocer los desafíos que existen para construir sistemas de salud más inclusivos y equitativos; a la importancia de invertir en la salud y, específicamente, en salud femenina…

El impacto de mejorar la salud femenina va más allá del bienestar individual: tiene el potencial de transformar economías enteras. Cuando una mujer se enferma, afecta a su entorno familiar, su producción laboral, su percepción de ingresos y finalmente, a la economía de su país. Por cada dólar invertido en la salud de la mujer, el informe del Foro Económico Mundial y el McKinsey Global Health Institute señala que se obtendrían alrededor de 3 dólares de crecimiento económico.

Este informe cuantificó la brecha de salud de las mujeres en el mundo en 2023; compartimos algunas revelaciones:

  • Las mujeres pasan en promedio 9 años de su vida con mala salud
  • Las mujeres están subdiagnosticadas de ciertas afecciones en comparación con los hombres
  • Cerrar la brecha de salud de las mujeres podría añadir años de vida saludable y, al mismo tiempo, inyectar hasta 1 billón de dólares anuales a la economía mundial para el año 2040. Esto se daría gracias a un menor número de muertes prematuras y de problemas de salud, y a una mayor capacidad de las mujeres para contribuir a la economía y la sociedad.
  • En 2020, solo el 1% de la investigación e innovación sanitarias se invirtió en afecciones específicas de la mujer más allá de la oncología.

Este análisis subraya la urgencia y la oportunidad económica de abordar las desigualdades de salud que afectan a millones de mujeres en todo el mundo.

La Historia de la Esperanza de Vida y la Brecha de Salud Femenina

A lo largo de los últimos dos siglos, la esperanza de vida global ha aumentado significativamente, de 30 años en 1800 a 73 años en 2018. Sin embargo, este aumento no ha sido del todo equitativo. Las mujeres, a pesar de vivir más años que los hombres, pasan una parte considerable de sus vidas con mala salud y discapacidades; según el estudio McKinsey, es un 25% más que los hombres.

La brecha sanitaria de género equivale a 75 millones de años de vida de las mujeres perdidos por mala salud o muerte prematura. Cerrar la brecha hoy significaría dar en promedio 500 días más de vida saludable a las mujeres.

Factores que Contribuyen a la Brecha de Salud

Entre estas barreras se encuentran la menor eficacia en el diagnóstico oportuno de enfermedades de la mujer, también la peor prestación de atención y la falta de datos específicos sobre la salud femenina. Abordar estos factores podría equivaler a que 137 millones de mujeres se incorporen al mercado laboral a tiempo completo para 2040.

Investigación y Desarrollo en Salud Femenina

Actualmente, la investigación en salud femenina se centra más en enfermedades con alta mortalidad, pasando por alto las enfermedades que conducen a discapacidad. Ahora se han multiplicado hasta diez veces más, nuevas terapias en desarrollo para algunos cánceres femeninos más comunes; no obstante, aún es necesario avanzar con las investigaciones sobre condiciones ginecológicas debilitantes como, por ejemplo: La endometriosis, la menopausia, el síndrome de ovario poliquístico y otros.

Estas afecciones no solo causan que las mujeres sufran y reduzcan su calidad de vida, sino que también afectan sustancialmente su capacidad para trabajar y tener ingresos. Aproximadamente el 80% de las mujeres afectadas afirman que la menopausia interfiere con sus vidas, y un tercio de estas mujeres también experimentan depresión. Además, la menopausia está relacionada con la salida prematura del mercado laboral. De manera similar, la endometriosis está relacionada con la pérdida de productividad y el ausentismo

Investigación y desarrollo para cerrar la brecha

  • Las empresas asociadas a IFI están conscientes de que a través de una mayor equidad de género e inclusión, el Sector Salud tendrá más oportunidades para responder apropiadamente a las necesidades de las mujeres y reducir efectivamente la brecha de género en salud; es por esto una de sus prioridades es la inclusión activa de mujeres en roles decisivos, a nivel gerencial y directivo, al igual que en los ámbitos de innovación e investigación de nuevas tecnologías de salud, con el objetivo de aportar a la construcción de sistemas de salud fuertes e inclusivos para las mujeres.
    • El 56,5% del empleo generado en la industria lo ocupan mujeres, mientras que en el país en su conjunto apenas un tercio de las mujeres cuenta con un empleo pleno. En promedio el 29% de los cargos gerenciales en esas empresas es ocupado por mujeres, cuando a nivel nacional ese porcentaje no supera el 20%.
    • En el campo de la investigación y desarrollo, la industria biofarmacéutica asociada a IFI cuenta con miles de mujeres científicas y profesionales de las ciencias de la salud, que trabajan incansablemente para encontrar formas novedosas de atacar enfermedades y abordar amenazas emergentes.

Actualmente, en el campo de investigación y desarrollo, seguimos avanzado consistentemente. Hoy en día, la industria tiene alrededor de 9000 medicamentos en desarrollo y alrededor de 1000 de ellos son tratamientos específicos para enfermedades que afectan solo a mujeres.

A lo largo de los años, se ha obtenido más conocimiento científico de que algunos tratamientos funcionan de manera diferente en hombres y mujeres, pero aún se desconoce la proporción de tratamientos a los que hombres y mujeres responden de manera diferente. A medida que comprendemos mejor la fuerte correlación entre el sexo y la incidencia, la prevalencia, los síntomas, la edad de inicio y la gravedad de la enfermedad, así como la reacción a los medicamentos, se vuelve imperativo actuar sobre la base de este conocimiento y orientar mejor el tratamiento farmacológico a las respectivas necesidades. grupos de población de pacientes.

Basados en la evidencia, como industria biofarmacéutica de investigación estamos claros en que a nivel global y local se debe integrar un enfoque equitativo y sensible al sexo y al género en la política, la investigación, la promoción, el tratamiento y atención en salud. Y estamos haciendo esfuerzos por reducir las desigualdades en investigación clínica en salud de la mujer, a través del impulso al fortalecimiento de políticas y normativas adecuadas en los países, que fomenten y faciliten el desarrollo de investigación biomédica que aborde las diferencias basadas en el sexo y el género para garantizar el acceso a tratamientos y cuidados de calidad para las mujeres a lo largo de su vida.

Compartimos acciones que plantea el informe del Instituto McKinsey para avanzar en el objetivo de cerrar las brechas de género en salud de la mujer:

  • Mejorar el acceso a la atención específica de género
  • Crear incentivos para nuevos modelos de financiación.
  • Establecer políticas que apoyen la salud de las mujeres y fortalecer su representación en la toma de decisiones.
  • Resolver el déficit de conocimientos específicos sobre las mujeres, las disparidades en la prestación de atención sanitaria y la insuficiente inversión en la salud de la mujer.
  • Es importante reconocer el enorme potencial que tiene el papel de las mujeres dentro de la economía.

En 1987, el 28 de mayo, la Red de Salud de las Mujeres Latinoamericanas y del Caribe (RSMLAC) propuso instaurar un día de acción global a favor de los derechos de las mujeres en salud. Así nació el Día Internacional de Acción por la Salud de la Mujer con el objetivo de refrendar el derecho a la salud como un derecho humano al que las mujeres deben acceder durante todo el ciclo vital, sin restricciones ni exclusiones.

Fuentes: Instituto McKinsey de la Salud / Foro Económico Mundial