Video: Las vacunas disponibles en el país reducen de manera efectiva las probabilidades de: 

  • Contraer COVID-19.
  • Sufrir enfermedad grave, hospitalización y muerte tras contraer coronavirus.
  • Propagar el virus a los demás, especialmente personas con factores de riesgo.

 

Las vacunas funcionan: llamado de IFI a protegernos contra la COVID-19

La Cámara en Ecuador de la Industria Farmacéutica de Investigación e Innovación (IFI) acerca a la comunidad 3 razones científicas que explican por qué las vacunas funcionan de manera efectiva y cómo, a través de la vacunación, todas y todos podemos apoyar en la lucha contra la pandemia del coronavirus en el país:

1. Las vacunas reducen la posibilidad de contraer COVID-19

Las vacunas anti COVID-19 son seguras y eficaces porque, antes de su aprobación por agencias reguladoras nacionales e internacionales, superan diversas fases de ensayos clínicos tras los cuales se confirma que pueden prevenir la enfermedad producto del coronavirus. Y, después de su autorización, las autoridades sanitarias continúan monitoreando de cerca su efectividad.

Todas las vacunas disponibles en nuestro país fueron probadas previamente por cientos de miles de voluntarios de todo el mundo con el fin de conocer qué tan bien funcionan. De igual manera, superaron la tercera y última fase de ensayos clínicos para vacunas, de los cuales muchos de sus resultados reportaron una tasa de eficacia superior al 90%.

2. Las vacunas reducen las probabilidades de enfermar gravemente, ser hospitalizados y morir tras contraer coronavirus

A pesar de que ninguna vacuna es 100% efectiva, la vacuna es y sigue siendo la mejor manera de estar protegidos ante un virus determinado. En el caso de la COVID-19, las campañas de vacunación masiva impulsadas por los gobiernos están reduciendo el número de hospitalizaciones, admisiones en unidades de cuidados intensivos (UCI) y fallecimientos, aliviando también la carga general de los sistemas de salud de los países.

3. Las vacunas reducen la propagación del coronavirus en las comunidades

Hay evidencia clínica que sugiere que, si una persona vacunada contrae el virus, es mucho menos probable que se lo transmita a otras personas en comparación con una persona no vacunada que lo contrae. Al reducir las posibilidades de transmitir el virus, las personas vacunadas no solo se protegen a sí mismas, sino también a las personas que las rodean. 

Reducir la propagación en las comunidades ayuda a proteger a quienes no pueden vacunarse debido a ciertas alergias a los ingredientes de las vacunas o un sistema inmunológico debilitado. Tener menos personas con el virus también ayuda a reducir la posibilidad de que el virus mute y puede evitar que se desarrollen y propaguen nuevas variantes de COVID-19 (formas ligeramente cambiadas).

Cuando un virus se propaga ampliamente en una comunidad, es más probable que mute y se generen nuevas variantes. La comunidad científica, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las autoridades regulatorias están monitoreando de cerca cómo el SARS-CoV-2 (el virus que causa el COVID-19) cambia con el tiempo y qué tan bien las vacunas pueden proteger a las personas contra el COVID-19 causado por sus variantes.

Dadas las mutaciones identificadas, nuestra industria también están comenzando a investigar vacunas contra estas nuevas variantes preocupantes, en caso de que se llegara a necesitar una vacuna adaptada o un refuerzo. 

Mientras aprendemos más sobre la COVID-19, debemos hacer todo lo posible para detener la propagación del virus y prevenir mutaciones que pueden afectar la eficacia de las vacunas con el tiempo. Cuantas más personas se vacunen, menos probable es que las personas se enfermen por COVID-19. Esto ayuda a ralentizar la propagación del virus y evitar que se desarrollen variantes más peligrosas.

“Cuantas más personas nos vacunemos, menos probable es que los demás se enfermen por COVID-19. Por ello, con la certeza de la seguridad y eficacia de todas las vacunas que tenemos disponibles en nuestro país, nos sumamos al llamado a todos los ecuatorianos a ‘poner el hombro’ para vacunarnos y juntos, con el apoyo de las valiosas herramientas que nos está proporcionando la ciencia en la lucha contra el virus, superar esta crisis de salud sin precedentes (…)” afirma Álvaro Maldonado, Presidente Ejecutivo de IFI.