Valeria Kyska, Managing Director & GM Healthcare de Merck para Colombia & Ecuador

La paridad de género en el sector productivo sigue siendo una oportunidad de mejora. Sin embargo, es gratificante ver la progresión en el compromiso de los sectores público y privado para generar las condiciones, de forma y fondo, que nos permitan a las mujeres desarrollar todo nuestro potencial profesional y laboral sin limitaciones.

Prueba de ello es que, de acuerdo con los resultados del VI Barómetro DCH sobre la Gestión del Talento en España y Latinoamérica, la igualdad de género creció un 6% respecto del 2021 y ahora las empresas priorizan este tema en su agenda a título de objetivos de desarrollo sostenible. En el caso de Ecuador, por ejemplo, la industria farmacéutica ha hecho aportes significativos, dado que, actualmente, el 43% de los empleos es ocupado por mujeres

En mi experiencia, como una de esas mujeres que se ha abierto camino en el sector salud, reconozco que hay 3 frentes claves para fomentar la inclusión de género: Empoderar a las mujeres a través de un componente formativo integral, establecer criterios claros de medición que midan el avance en los cambios y propiciar condiciones sostenibles desde la flexibilidad corporativa para el desarrollo del liderazgo de la mujer, como diversos beneficios: Tiempo de calidad e infraestructura especializada para apoyar su maternidad, apoyo a sus parejas (licencias de paternidad con mayor extensión), entre otros.

En Merck, empresa líder en ciencia y tecnología que lidero en Colombia y Ecuador, buscamos que las mujeres lleguen tan lejos en su carrera como ellas deseen y, hoy por hoy, con orgullo puedo decir cumplimos nuestra meta global de inclusión de género a 2030 para LATAM desde varios frentes, entre ellos que un 53% del equipo de liderazgo de Colombia y Ecuador sean mujeres.